Escritos Apócrifos 34.1

Allan ya tiene completado el itinerario. Al margen de los tres destinos a los que otorga un especial significado -Toulouse, Tarnac y Montpellier- tiene una lista de ciudades, pueblos, monasterios, museos, etc., que quiere, en su mayoría, volver a visitar. Allan no ha elegido el sur de Francia porque sí, sino que al ser un territorio muy reconocible por haberlo visitado en diferentes ocasiones, busca en el mismo una experiencia bajo control. Es muy consciente que su excesivo aislamiento, mantenido por años, puede tener consecuencias no deseadas a la hora de enfrentarse a la realidad existente fuera de las paredes de su casa.

Es una situación a la que ha llegado por sí mismo, sin otras influencias. Su aislamiento alborozado le ha situado en una posición curiosa: por un lado su vida ha sido más tranquila, sin conflictos pero, al mismo tiempo, su cabeza ha desarrollado una realidad deformada, cierta en su percepción diaria pero falsa en su trayectoria vital. El amigo Allan tiene una capacidad que puedo reconocer sin ambages: puede ser al mismo tiempo paciente y terapeuta. Es un raro equilibrio que le mantiene siempre al borde del agujero negro.