Escritos Apócrifos 19.7

Algunos lectores del Blog me hacen notar que la actitud de Allan respecto a Andrés ha evolucionado mucho con el paso de los años. Es bien cierto. En sus inicios, el intercambio epistolar era mensual y Allan lo cumplía con cierto desdén. A raíz de los sucesos acaecidos en el mes de abril de 2003, Allan se sintió más cercano con Andrés. Este avance afectivo se ha ido consolidando con el paso de los años.

Un elemento sustancial en esta nueva comunicación fue cuando Andrés aceptó, por fin, tener un ordenador con acceso a Internet en su mansión. Esto ocurrió a mediados de enero del 2011. Desde entonces, Allan ha dado un paso al frente más decidido. Casi a diario se escribe con Andrés y, aunque muchas veces no coinciden en sus opiniones, esta cercanía supone una ayuda psicológica para Andrés.

Ya es conocido que Allan escribe un diario -desde que tenía dieciocho años- donde trata temas muy diversos. En gran parte, muchos de los escritos que Andrés recibe, son una copia personalizada de lo que Allan ha escrito antes en su diario. Por tanto, muy a su estilo, aunque Allan está en contacto habitual con Andrés, una buena parte del tiempo dedicado a ello no le requiere ningún trabajo, pues es la resultante de aplicar el copiar/pegar.