Escritos Espurios 50.4

Catalunya está pendiente de unos políticos que, cada día que pasa, denotan el grado de imbecilidad y mezquindad en el que están instalados. El President Mas quiere imponer unas condiciones absurdas, injustas y más propias de un niño mimado, a ERC para blindarse de la derrota, mientras que el pobre Junqueras puede claudicar en cualquier momento con tal de terminar con este ridículo. El vodevil que están representando está muy por debajo de cualquier escenificación barata en su grado más deleznable. Mientras las reivindicaciones sean caceroladas convocadas por la histérica Forcadell este país vivirá en su idiotez llena de buenos propósitos.

La situación actual es un aviso para navegantes, una muestra del estilo impositivo de unos farsantes a los que les importa muy poco la democracia y solo conspiran para mantener sus intereses.

Ocurra lo que ocurra, será difícil devolver la dignidad a un país que es capaz de tener como diputados a una auténtica cuadrilla de vividores que les toma el pelo sin ningún disimulo. El coste directo e indirecto a tanta desvergüenza lo han pagado y lo seguirán pagando todos los catalanes mientras que, los políticos, seguirán acumulando sueldos, dietas y todo aquello que se les permita sisar.