Escritos Espurios 48.9

Artur Mas es un titiritero. Reconozco que ahora mismo no es el cadáver que era hace un par de años, ahora es un zombi con el propósito de resucitar en la figura del ángel salvador. Desde que en el año 2012 la ANC propició un giro de calidad, sustentado por Esquerra Republicana con un sentido más independentista, Artur Mas tuvo los reflejos para aprovechar la ola y subirse a la misma. Todavía sigue ahí aunque a partir de ahora le costará mucho mantenerse en ella. Los auténticos independentistas -y en CIU no lo son, al menos hasta hasta hace quince días- tienen prisa, todo lo contrario del President. Así que el choque de trenes, esta vez catalanes, está cercano.

Ahora mismo es un personaje sobrevalorado por muchos catalanes gracias a su escenificación de pesebre. Está protegido por la astucia habitual de CIU pero le falta inteligencia, más allá de la habilidad que demuestra en algunos tocomochos a los que es tan aficionado. La consulta que ha montado el 9N es el ejemplo más proclive. Prometió una consulta de verdad y al final ha cambiado los billetes por estampitas, copiando la consulta llevada a cabo en Arenys de Munt en setiembre del año 2009. 

A la misma se añadieron, en poco más de un año y medio, 553 municipios que hicieron la misma consulta, casi sin medios de promoción, llegando a una participación global de casi novecientas mil personas. Sinceramente, no acabo de entender que califiquen de éxito el proceso de participación del 9N, con dos años brutales de propaganda, con una tralla desde los medios de comunicación inaceptable, con el Govern siendo juez y parte y con una cantidad ingente de dinero malgastado en fastos inmorales. Con todo el viento a favor han conseguido reunir 2.300.000 votos.

Artur Mas tenía esta opción desde buen principio. Solo tenía que esperar la negativa a su dret a decidir por parte del Estado para pasarle los trastos a la ANC. De este modo, todos los catalanes que se sienten perdedores, humillados y que son muy mansos, ganaron su particular partido entre solteros y casados. Respetable, pero muy corto de miras.

En el proceso participativo acudieron el 38% del supuesto censo. Queda muy alejado del 80% de catalanes que nos repitieron miles de veces que querían votar. Han aludido a los inconvenientes puestos por el Gobierno español para justificar el porcentaje digno e insuficiente que ha tenido la consulta, así como la poca presencia de centros de votación, pero habrá que convenir que su excusa es muy débil para explicar tanta diferencia en el número de votantes reales y las previsiones que habían manifestado día tras día durante dos años.

Asimismo, los votos del Sí-Sí son insuficientes para justificar su habitual comentario de que representan a la inmensa mayoría. No creo que votasen todos los independentistas pero afirmo que lo hicieron casi todos. Cuando exista debate, con exposiciones veraces de lo que implicaría independizarse, cuando la gente intuya que se podría pasar bastante mal, cuando las pensiones y sueldos de los funcionarios estuviesen en el aire, etc,. muchos se lo pensarían si tuviesen la oportunidad de votar de nuevo.