Revelaciones 8.9

Finalmente, Allan encontró el libro de Gianni Rodari en casa de sus padres. Se tomó bastantes molestias para tenerlo en sus manos, señal inequívoca de que no quería pasar -bajo ningún pretexto- por mentiroso, como alguien que, con una fantasía recurrente, aprovecha cualquier circunstancia para erigirse en el protagonista principal de todas las películas.

Allan entendió que el comentario burlón de Andrés no era solo por la anécdota acaecida con Jordi Pujol, sino que iba mucho más allá: era la gota que colmaba el vaso de las dudas acumuladas y silenciadas. No tenía otra alternativa que encontrar el libro, sí o sí.

Jaume, el padre de Allan -fallecido en el año 2008- tenía una amplia biblioteca. Acumulaba libros pero, amante del orden, los regalaba entre sus hijos -también a algún amigo- a medida que iba adquiriendo nuevos ejemplares. Que Gelsomino al país dels mentiders sobreviviese a las constantes cribas, durante más de quince años, solo puede explicarse por un descuido por parte del padre de Allan. Tal circunstancia podría considerarse casi milagrosa por la alta probabilidad de haber sido eliminado de la reputada biblioteca.