Escritos Espurios 38.4

La entrega de los Premios Príncipe de Asturias 2013 tuvo una buena puesta en escena. Los discursos de algunos de los premiados tuvieron un elevado tono intelectual, bien enmarcados en una sociología crítica. Destacable el discurso del escritor Antonio Múñoz Molina, incidiendo en la crisis de valores de nuestra sociedad.

El discurso del Príncipe Felipe fue intachable a nivel intelectual y demasiado prudente en el tema social. Si bien hizo referencia a la situación actual de España, soslayó el tema de la corrupción que, familiarmente, le toca muy de cerca.

No soy partidario de monarquías de ningún tipo, aunque puedo aceptar que, en países cainitas como España, tener un moderador por encima de unos y otros, puede venir bien en ciertos momentos históricos. En todo caso, creo que ha llegado la hora de que el Príncipe se convierta en Rey. Si no hay más remedio que tener uno, aunque sea temporalmente, pongamos al mejor posible. Hoy por hoy, la comparación resulta absolutamente descompensada a favor del Príncipe.