Escritos Espurios 36.6

Allan y Andrés están viviendo con cierta intensidad la Diada de Catalunya. Horas antes de que la cadena humana sea plenamente visible, Allan ha escrito a Andrés:

Hace mucho que España ha equivocado su relación con Catalunya. La desafección es cada vez más amplia entre los catalanes. Ante eso, la Assemblea Nacional de Catalunya ha encontrado la manera de dirigir esta frustración. Otra cosa es que el President Mas intente hacer suyo un movimiento que le sobrepasa. El fracaso de su mandato es intolerable y solo le queda el farol de la consulta por el derecho a decidir o una consulta plebiscitaria.

España ha reaccionado mal y los pocos intentos para detener la oleada llegan algo tarde. Siempre han sido brutos y poco inteligentes, y lo siguen siendo.

Catalunya es un país que acumula derrotas históricas, actos de heroísmo y muchas mentiras y traiciones, pero eso da igual. Cuando un pueblo, con o sin historia, toma la decisión de querer cambiar su destino, está en todo su derecho de intentarlo. El peligro de Catalunya es que las divisiones internas siempre pasan una terrible factura. Desde la disparidad de criterios entre los de Convergencia i los de Unió, pasando por las diferentes versiones dentro del PSC, hasta las detenciones y fusilamientos acaecidos en la Guerra Civil entre contendientes del mismo bando. Así es Catalunya, un alma poética mezclada con una sombra de intolerancia, disfrazada con los ropajes de un diálogo ambiguo.