Escritos Espurios 21.9

Más de lo mismo: bazofia de verano.

Cuando mi madre salió de la cocina y nos encontró todavía de charla, se extrañó bastante. Mi padre era un hombre poco dado a la tertulia. Normalmente, o hacia discursos o se mantenía callado. Así que mi madre preguntó:

 - ¿De qué estáis hablando?

Mi padre le dijo que hablábamos de una noticia del periódico. Después de que  mi madre se fuese a otra estancia, mi padre se recompuso de la avalancha mental que había soportado hasta aquel momento y expresó:

 - Parece que por un sueño incomprensible has pasado de ser mi hijo a ser una especie de hermano mayor. Sí, siempre serás mi hijo, pero me estoy refiriendo al trato que mantendremos a partir de ahora. Tengo la sensación de que cualquier charla que iniciemos lo será desde una perspectiva de igualdad absoluta. Debo desprenderme de mi faceta paternalista pues ya no te es necesaria para nada.

 - Así es. Lamento haber amputado en cuestión de minutos tu faceta de padre. Si somos capaces de encontrarle las ventajas a la nueva situación, es probable que podamos darle la vuelta a lo que ahora solo parece un infortunio. Habría podido mantenerme callado, aparentar normalidad, en realidad es lo que haré con el resto de las personas que me traten. Pero llegue a la conclusión que contigo podía hacer una excepción. Lo hice por tu manera de ser, por nuestra relación habitual, valorando los pros y contras. No sé si me habré equivocado, pero ya está hecho.