Hace menos de media hora que he recibido un correo desde el Departamento de Presidencia Libio. Dicen estar interesados en el contenido total de mis consejos/opiniones -del que solo han visto un diez por ciento del mismo-. Aceptan pagar por la totalidad del informe, aunque mucho menos de lo que les había exigido. Ante eso, no hay acuerdo. Que en momentos como los que están viviendo sean capaces de regatear por algo que valoran como interesante, denota la poca inteligencia de los funcionarios que deciden en qué gastarse el dinero. Hay llaves que cierran una puerta que lleva al infierno. Sin que sea vinculante, el hecho de que pueda abrirse en cualquier momento, es un riesgo excesivo que no deberían correr. Acabo de contestarles: no hay trato.
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