Después de la exposición de los tres capítulos que llevan el mismo nombre que la novela, es un buen momento para incidir en aquellas cuestiones aplazadas e incorporar alguna novedad. De Allan y Andrés nada puede sorprenderme, aunque reconozco que algunas de sus opiniones y actividades son de auténtico sonrojo.
En próximos días retomaré la publicación de los fantasmagóricos escritos de Andrés, materia prima de su "Cadalso de Dios", una mísera obra que jamás será publicada, salvo que recurra a la auto-edición. Si publico algunos retazos de su panfleto es más como concesión a sus caritativos seguidores que por convicción propia.
En cuanto a Allan, últimamente está más anti-social que de costumbre. No para de escribir inducciones hacia una revolucióm imposible y de escribirse con ácratas griegos, una auténtica pérdida de tiempo a mi parecer.
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En próximos días retomaré la publicación de los fantasmagóricos escritos de Andrés, materia prima de su "Cadalso de Dios", una mísera obra que jamás será publicada, salvo que recurra a la auto-edición. Si publico algunos retazos de su panfleto es más como concesión a sus caritativos seguidores que por convicción propia.
En cuanto a Allan, últimamente está más anti-social que de costumbre. No para de escribir inducciones hacia una revolucióm imposible y de escribirse con ácratas griegos, una auténtica pérdida de tiempo a mi parecer.
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