Es esta una región que supura por todas las costuras. Desde las monjas de clausura paseándose por los platós de televisión hasta Junqueras, que hace el ridículo cada vez que abre la boca. Es lo mas parecido a un caganer de pessebre, un pessebre que tiene a la Rahola como una mofeta que todo lo apesta. Se acerca el último acto de una representación fascista con demasiados figurantes rozando la idiotez.
Ahora, Artur Mas, sabiendo que está en un edificio con aluminosis incide de nuevo en una lista de nombres ilustres propiciada por la sociedad civil, un modo de suplantar a los energúmenos de CDC. Es así como pretende salvar un partido político que hace mucho que va a la deriva.