Cada cual puede pensar lo que quiera de los alemanes, incluso que el holocausto fue una tragedia urdida por unos cuantos fanáticos que obligaron al resto de la población a colaborar en sus objetivos.
Cada nación tiene su destino y parece que el de los alemanes ha sido el de devastar vidas, siendo siempre los primeros en enarbolar la bandera de lo atroz.
Si nos remontamos a la Primera Guerra Mundial vemos que Alemania fue pionera en utilizar submarinos contra barcos que no eran de guerra. El ejemplo más palmario fue el hundimiento del Lusitania, un transatlántico de servicio de pasajeros, en el que murieron más de mil personas.
Los primeros en lanzar gases venenosos en las trincheras también fueron los alemanes.
En los tiempos actuales están francamente arrepentidos, pero la suya es una contrición que no es seguro que sea duradera. Llevan adosados en su arquetipo nacional demasiados genes diseñados en el infierno.