Revelaciones 11.4

En algunas ocasiones he acosado a Allan en los chats. Siempre que lo he hecho se ha mostrado muy incómodo, llegando en momentos puntuales a un estado de irritación notable. Allan sigue utilizando el alias damnet mientras que yo me siento muy identificado con jaque. En este sentido, nada ha cambiado.

Ya he dejado constancia de algunos chats en los que hemos coincidido. Siempre recurro a la amenaza y, aunque él se maneja muy bien en la red, lo cierto es que juego con mucha ventaja. Le pasa como a los galgos persiguiendo a la liebre mecánica: nunca pueden alcanzarla. 

Cuando es consciente de que su enemigo virtual es más solvente que él, desconecta de manera precipitada, confundido por la evidencia. La influencia negativa de todo ello a veces perdura unos cuantos días. Cuando esto ocurre se pasa horas repasando manuales de informática y buscando en Internet cualquier explicación que le sirva para comprender la capacidad felina de su oponente.

Su arrogancia intelectual queda maltrecha, aunque tiene la capacidad de recurrir a los más variados auto-engaños para situarse de nuevo en una situación mental positiva.