La Europa económica está muy preocupada. España y Grecia tienen en su seno a dos partidos políticos que podrían devorar a sus propias madres: Podemos y Syriza.
Si alguno de estos partidos tuviese el poder, la deuda pública que estrangula a estos países sería cuestionada en una parte significativa de la misma.
Tarde o temprano, ganen o no estos partidos, las deudas públicas exorbitantes de muchos estados tendrán que ser recicladas. Recomiendo un trasvase hacia una deuda con características de deuda perpetua pero sin amortización.
Se podría condonar la totalidad de la deuda a cambio de pagar un tipo de interés extra que rondara entre el 1,5 y el 2% sobre el montante de la misma, durante cien años. De este modo, las cuentas deudoras se verían muy aligeradas y los acreedores tendrían una rentabilidad correcta y la seguridad de recuperar el capital con el extratipo, aunque fuese en un diferimiento que se prolongaría durante cien años.
No obstante, los títulos deberían tener todas las garantías, incluso para avalar operaciones crediticias.
