Escritos Apócrifos 32.9

Al igual que un iceberg hunde el noventa por ciento de su volumen en el agua del mar, la Internet profunda (deep web) esconde un porcentaje todavía mayor de información, dificultando la labor de los motores de búsqueda para indexar sus páginas. Cuando se conocen los parámetros de los buscadores, como construyen y estructuran sus bases de datos, es fácil burlar su cometido utilizando la imaginación y la tecnología.

Cuando un coche de la policía patrulla por las calles de una ciudad, la mayoría de delincuentes se esconden cuando están bajo su área de influencia. No requiere demasiada inteligencia hacerlo. Con ello no quiero decir que todo lo que se esconde en la Internet oscura sea delictivo, aunque es cierto que los delincuentes y terroristas circulan, en su mayoría, por el subterráneo porque, de hacerlo por las avenidas iluminadas de la ciudad, caerían como moscas.

La Internet de superficie es un territorio marcado, lleno de radares y agentes que imponen sus condiciones. En su red viaria se circula con comodidad pero dejas rastro de todo lo que haces. Saben si te has parado en un área de servicio o en un puticlub. Para un usuario estándar le resulta más sensato dejarse ver por las calles céntricas de la ciudad pero, para la gente inquieta, alejada del sistema, la deep web es el cenáculo donde se hacen todas las conspiraciones.

A los más leales lectores del Blog les ofrezco la oportunidad de ejercer de tutor en su entrada al mundo de las sombras virtuales.