Escritos Espurios 47.0

Allan insiste con Andrés. Estos días, la temperatura dialéctica ha subido algunos grados:

Al rebufo de las letanías independentistas muchos están haciendo buenos negocios. Se vende cualquier cosa que lleve la bandera independentista. Hay un gran mercado que, sin ser mayoritario, es suficientemente amplio, ayudando a enriquecerse a los que venden humo. Porque ya son ganas y tener mal gusto comprarse unas chancletas con la estelada en todo su esplendor. O meterse en una Catalano Taverna, la culminación del pastiche más vulgar, completamente alejado de lo que significa e implica una Herriko Taberna en la sociedad vasca.

En Catalunya se ha perdido la dignidad. Una parte de la población se ha convertido en un grupo inofensivo de ovejas, balando por una hierba más fresca. Eso sí, a la que el perro se ponga a ladrar, saldrán en estampida.

Llevo tiempo diciéndote que esto es una gran farsa, montada por subvencionados, corruptos, manipuladores y mentirosos. Pero lo peor no es eso. Lo peor es que un porcentaje importante de la población se haya creído tal cantidad de memeces.