Escritos Espurios 45.8

Un curioso correo de Allan a Andrés:

Siento tu profunda decepción ante lo que cualquiera que quisiera saber conocía desde hace años. Tu inocencia es propia de una fe incuestionable, sin rigor alguno. Voy a hacerte una confidencia divertida al respecto:

El día de Sant Jordi del año 1990 estuve paseando por el Passeig de Gràcia. El día era precioso y disfruté de una fiesta hermosa, que ha degenerado bastante con los años. Ahora, entre famosillos y periodistas que aprovechan su presencia en las tertulias radiofónicas y televisivas, han pervertido el panorama literario a niveles obscenos.

Me regalé algunos libros, también me acordé de mis hermanas. Para la más pequeña, Montse, compré Gelsomino al país dels mentiders, de Gianni Rodari. Justo terminar de pagarlo, al girarme, me topé con Jordi Pujol, el President de la Generalitat en aquellos días. La ocurrencia estaba servida. Le pedí que me firmase el libro en cuestión. Jordi Pujol, leyó el título y dijo en su tono socarrón, sonriendo: Escolti, no sé si signar-lo... Le contesté: No s'ho prengui com una indirecta, President. Lo firmó sin dedicatoria.

Ya ves, amigo Andrés. Años después de aquella acción, por fin, se ha certificado que el Molt Honorable es un personaje con una mochila muy llena de oprobios. Por cierto, si crees que me estoy inventando el hecho, que sepas que estoy en disposición de demostrarte que es cierto.