Escritos Espurios 45.7

El año pasado la Unión Europea situó a Catalunya como una de las regiones más corruptas de Europa, la 130 de 172, siendo además la más corrupta de España. Después han acaecido más escándalos hasta llegar a la declaración de Jordi Pujol, el padrino de Catalunya, el pal de paller de una corrupción inacabable. ¿Y ahora qué? Porque su escrito esconde más cosas de las que dice. Es un canto desesperado para salvar los muebles ante lo que ya era una evidencia insoslayable.

España permitió esta corrupción a cambio de que Catalunya no se moviera del mapa. Fue un acuerdo tácito que funcionó durante más de treinta años. Ahora, los nacionalistas de la burguesía catalana quieren la independencia para que, al fin, los procesos judiciales no les vuelvan a incomodar en su labor de enriquecimiento sin mesura. 

Ver a cientos de miles de catalanes embaucados por una banda de facinerosos, embobados por un romanticismo adolescente, pasando por alto las felonías de unos ladrones profesionales, sin atisbar las consecuencias de sus demandas, me ha dejado bien claro el nivel intelectual de una Catalunya empobrecida a todos los niveles.

Mientras CIU se hunde cada vez más los de ERC se frotan las manos. Aunque sea un plato de mal comer, Rajoy debería encontrar algún punto de acuerdo con Mas si no quiere ver a este pobre hombre apartado de un empujón por los auténticos independentistas catalanes. Si estos tienen su oportunidad las cosas se le complicarán todavía más a la España infecta.