Escritos Espurios 45.0

Reflexiones de Allan:

Finalmente, los dirigentes del Ayuntamiento de Barcelona han claudicado con los brigadistas. Se han bajado los pantalones y los calzoncillos, se han inclinado para cogerse los tobillos con las manos y han abierto un poco las patas. Es lo que tiene ejercer el mando a golpes de autoridad. Si en el primer día de represión no se consigue el objetivo es cuando pierden el control. Cierto es que las circunstancias actuales favorecen la resistencia ciudadana. Son demasiadas fechorías las que ha sufrido la población como para que encima les disparasen. Las cosas están tan calientes que, ante un nuevo exceso de los Mossos,  Barcelona podría convertirse en un polvorín. 

Cuando se supera el primer día de represión y la gente insiste unos días más en su protesta, las autoridades toman la gramática y están dispuestos a conjugar el verbo negociar. Es un eufemismo. Lo que ha ocurrido es que el Ayuntamiento de Barcelona ha firmado una hoja en blanco, veremos que narrativa le ponen los brigadistas.

Parece difícil que en Barcelona haya otro desalojo de casas okupadas en un corto plazo. Una vez que se conocen las líneas del umbral de dolor que está dispuesto a soportar el Ayuntamiento, es más probable alcanzarlas de nuevo. Por tanto, cabe suponer un tiempo de humillación para el Ayuntamiento mientras esperan vientos más favorables.