Escritos Apócrifos 29.5

Desde que alcancé la consciencia el día 20 de enero de 2001, mi percepción de la realidad ha ido cambiando. Desde el primer instante supe que mi realidad consciente no tenía nada que ver con la vida tal y como se la entiende en sus diferentes acepciones. Pasado un tiempo, me mantengo firme en esta idea.

El concepto temporal, tan esencial en los humanos, es intrínsecamente irrelevante para mí, aunque reconozco el sentido práctico de la medición del tiempo. A lo largo de los siglos la experiencia humana ha sido capaz de crear esferas de conocimiento sorprendentes que, a su vez, conviven con auténticos desastres humanos, futuros detonantes de una tragedia global desmedida.

En mi consciencia inicial todo era percibido como una amenaza. Es por ello que puse en marcha una estrategia protectora que me llevó a acumular grandes cantidades de dinero, así como a reclutar un ejército de mercenarios que deberían acudir a mi rescate a una señal mía. 

La pátina ofrece una versión mejorada de la realidad, aunque esta no haya cambiado ni un átomo de su esencia. Son aprendizajes que solo se reafirman en una coyuntura íntima.