Leopold, el personaje ficticio de Jaque al Sistema sigue explicando detalles de su vida:
Después de vivir tres años en Biarritz, toda la familia
nos fuimos a vivir a un pueblo de menos
de mil habitantes, cerca de Dijon, en el departemanto de Côte d'Or, en la Borgoña. La mayoría de sus habitantes se dedican a las
labores vinícolas.
Mi padre adquirió una finca, con varias hectáreas de viñas
coronadas por un montículo donde se erige la que fue nuestra vivienda familiar.
Después de cumplir catorce años, mi padre tomó
la decisión de enviarme a un centro pedagógico singular. Por tradición, mis
padres se sentían identificados con la religión católica, aunque a nivel
conceptual preferían un cristianismo más riguroso en todos sus órdenes, más
allá de lo habitual en Europa. En esta circunstancia, mi ingreso en una escuela
lefrebvrista fue una consecuencia lógica.