En su visita a Bilbao, Allan tuvo la suerte de coincidir con la exposición ¡Rusia!, una muestra de las mejores obras de arte de Rusia.
En su diario, Allan comenta La novena ola: es un cuadro de Ivan Aivazovski, un lienzo de unas medidas colosales -221 x 332 cm.-, una obra de arte que me dejó anonadado. Verlo ahí, sin esperarlo, fue una sorpresa inigualable. Estuve una hora contemplándolo, observándolo desde diferentes perspectivas.
Como
siempre, Allan quiso ver en esta coincidencia elementos cercanos al azar
inducido, una manera tonta de negar el concepto destino. Sin creer en la
determinación, acepta ciertas condiciones que, siendo aleatorias, inciden en
una dirección. Cuando acaecen situaciones rocambolescas, acude al azar mágico,
una visión diamantina más propia de un necio que de alguien en sus cabales.