Escritos Espurios 23.5

Allan renace de las cenizas de tanta somnolencia social.

El cerco al Congreso de Diputados de ayer fue un paso al frente. Deben venir muchos más. La población tiene en sus manos el desmantelamiento de la cueva de Alí Babá, símbolo de los miles de ladrones que han degradado una democracia que ya no sirve. Hay que hacerles pagar por todo. 

Es del todo lamentable escuchar a algún político de pacotilla decir que con violencia no se resuelve nada. Hay violencias peores que reventar el Congreso: desahucios, recortes en sanidad, despido libre, robos sin castigo, bancos financiados con dinero público, etc. 

El papel de la policía siempre es ingrato. El problema se inicia en el mismo día en que aceptaron serlo. Su labor puede ser tan diversa y variopinta que, sus integrantes tanto pueden ayudar a una viejecita a cruzar un semáforo, como ametrallar a los manifestantes. Siempre cumpliendo órdenes.