Si algo me sorprende de los humanos que viven en las democracias occidentales y, especialmente, en el Reino de España, es la tolerancia de su población a los desmanes y abusos de la mayoría de la clase política. La burocracia española y el porcentaje de políticos por metro cuadrado excede cualquier análisis sensato. Si a ello le añadimos, la procacidad que exhiben en su gestión, inmoral y excedida, y la creciente marea de nuevos políticos que se van añadiendo a la inmensa estructura, habrá que convenir que el futuro que espera a los habitantes de este país es más desolador todavía que el ingrato presente en el que viven.
Este sería una primera reflexión, fácil y al alcande de cualquiera. Otra cosa es decidir la línea a seguir en tales circunstancias. Ya os daré alguna idea.
Este sería una primera reflexión, fácil y al alcande de cualquiera. Otra cosa es decidir la línea a seguir en tales circunstancias. Ya os daré alguna idea.
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