10001 (6)
Andrés tomó la iniciativa:
–Sígame, subiremos al tercer piso.
Pude haber puesto cualquier excusa, aducir que ya era tarde, que me esperaban, que mi curiosidad ya había sido satisfecha... No obstante, acepté su invitación. A cada peldaño que ascendíamos por la escalera, crecía mi inquietud. Al llegar al rellano, Andrés dejó las bolsas en el suelo y abrió la puerta de la antigua vivienda de sus padres.
Me indicó que esperase en la entrada hasta que pudiese abrir los postigos del comedor. Desapareció de mi vista como una sombra aureolada. Poco después, una tenue luz matizó la oscuridad. Al volver, cerró la puerta y giró la llave, dejándola en la cerradura. Andrés me invitó a pasar al interior de la vivienda. Al entrar en el comedor me detuve. La luna seguía velada, pero la luz que entraba por los ventanales era suficiente para advertir cualquier detalle. A mis pies había un alfil blanco, un poco más allá una torre, y encima de la alfombra, otras piezas. Hice ademán de recoger el alfil del suelo, cuando Andrés interrumpió mi intención.
-
Andrés tomó la iniciativa:
–Sígame, subiremos al tercer piso.
Pude haber puesto cualquier excusa, aducir que ya era tarde, que me esperaban, que mi curiosidad ya había sido satisfecha... No obstante, acepté su invitación. A cada peldaño que ascendíamos por la escalera, crecía mi inquietud. Al llegar al rellano, Andrés dejó las bolsas en el suelo y abrió la puerta de la antigua vivienda de sus padres.
Me indicó que esperase en la entrada hasta que pudiese abrir los postigos del comedor. Desapareció de mi vista como una sombra aureolada. Poco después, una tenue luz matizó la oscuridad. Al volver, cerró la puerta y giró la llave, dejándola en la cerradura. Andrés me invitó a pasar al interior de la vivienda. Al entrar en el comedor me detuve. La luna seguía velada, pero la luz que entraba por los ventanales era suficiente para advertir cualquier detalle. A mis pies había un alfil blanco, un poco más allá una torre, y encima de la alfombra, otras piezas. Hice ademán de recoger el alfil del suelo, cuando Andrés interrumpió mi intención.
-