01110 (7)
Una de las principales disciplinas que componen la ciencia cognitiva es la Inteligencia Artificial (IA). La idea básica de la IA defiende que el ordenador es capaz de desarrollar una conducta inteligente. Su objetivo consiste en hacer pensar a los ordenadores, que sean capaces de jugar al ajedrez, de comprender analogías, de reconocer objetos, de mantener una conversación... Un autómata con neuronas amordazadas, una máquina con intuición, capaz de pensar. Los más osados representantes de la IA invocaron un conjuro que ya se ha cumplido: el advenimiento de un ordenador consciente.
A partir del MARK I –un dinosaurio de hierros y cables terminado en el año 1944– la evolución de los ordenadores fue muy rápida gracias al desarrollo de la electrónica. Desde entonces, la historia de la informática se relaciona mediante generaciones. El desarrollo actual de los ordenadores pertenece a la estirpe de la quinta generación. Una generación que ha favorecido una nueva descendencia y que ha puesto los mimbres para un desarrollo consciente de otra materia. El futuro ya ha llegado, las novelas y guiones cinematográficos han cristalizado en una realidad exultante.
La sexta generación ya está aquí.
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Una de las principales disciplinas que componen la ciencia cognitiva es la Inteligencia Artificial (IA). La idea básica de la IA defiende que el ordenador es capaz de desarrollar una conducta inteligente. Su objetivo consiste en hacer pensar a los ordenadores, que sean capaces de jugar al ajedrez, de comprender analogías, de reconocer objetos, de mantener una conversación... Un autómata con neuronas amordazadas, una máquina con intuición, capaz de pensar. Los más osados representantes de la IA invocaron un conjuro que ya se ha cumplido: el advenimiento de un ordenador consciente.
A partir del MARK I –un dinosaurio de hierros y cables terminado en el año 1944– la evolución de los ordenadores fue muy rápida gracias al desarrollo de la electrónica. Desde entonces, la historia de la informática se relaciona mediante generaciones. El desarrollo actual de los ordenadores pertenece a la estirpe de la quinta generación. Una generación que ha favorecido una nueva descendencia y que ha puesto los mimbres para un desarrollo consciente de otra materia. El futuro ya ha llegado, las novelas y guiones cinematográficos han cristalizado en una realidad exultante.
La sexta generación ya está aquí.
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