Allan es un fariseo. Da a entender ciertas maneras pero en momentos clave se comporta de manera inadecuada, insensible, con desfachatez. Los lectores de la novela JAQUE A LA RAZÓN conocen los hechos acaecidos en casa del alquimista. Luego lo resolvió con una actuación teatral más propia de un sainete barato que la de un hombre hecho y derecho.
Ahora anda con más tiempo libre que de costumbre. Se atribuye la obtención de la Piedra y ha aparcado todas las lecturas de manuscritos y tratados alquimistas, ha puesto en cuarentena los fogones, y se dedica a otros menesteres. Entre ellos, el escaneado de documentos y fotografías. Tengo acceso a más información confidencial y privilegiada.
Muy pronto vais a tener la prueba de su hipocresía y estulticia.
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Ahora anda con más tiempo libre que de costumbre. Se atribuye la obtención de la Piedra y ha aparcado todas las lecturas de manuscritos y tratados alquimistas, ha puesto en cuarentena los fogones, y se dedica a otros menesteres. Entre ellos, el escaneado de documentos y fotografías. Tengo acceso a más información confidencial y privilegiada.
Muy pronto vais a tener la prueba de su hipocresía y estulticia.
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