Escritos Espurios 14.9

Es evidente que muchos de los temas tratados por Andrés tienen la influencia de Allan.

En el proceso a Cagliostro los interrogatorios se sucedieron en sesiones agotadoras. Cagliostro sabía que buscaban condenarle. En cierto momento lo puso muy fácil. Tuvo que enumerar los pecados capitales.

- Lujuria, avaricia, envidia, gula y pereza -dijo Cagliostro.

Le hicieron notar que había omitido dos. La respuesta de Cagliostro decidió a los jueces.

- Sì, faltan orgullo y vanidad, pero no los he nombrado por miedo a ofenderles...

Fue condenado a muerte, aunque más tarde se le conmutó la pena por la de prisión perpetua. La Secretaría de Estado resumió los hechos con una nota enviada al gobernador de la fortaleza donde iba a pasar el resto de sus días: "Giuseppe Balsamo, llamado Conde de Cagliostro, será enviado dentro de pocos días a esta prisión para quedar confinado en ella hasta el término de su vida natural, bajo estrecha vigilancia y sin esperanza de gracia."

Una prisión en el cielo como la definió Constantin Photiades en la biografía del Gran Copto. El 21 de abril de 1791 las puertas del mundo se cerraron para Cagliostro.