Escritos Espurios 14.8

Algo más de Andres y su libelo, en lo que no es más que la degradación de sí mismo.

Cagliostro se había convertido en el símbolo de las injusticias del régimen de Luis XVI. Desembarcó en Inglaterra y, desde allí, predijo la Revolución Francesa: "Yo os lo anuncio, reinará sobre vosotros un principe que alcanzará la gloria con la abolición de las órdenes de detención y de exilio, con la convocatoria de las Cortes." El siguiente destino de Cagliostro fue Alejandría, y luego Génova. Siempre le acompañaba el escándalo. Legión de admiradores, pero asimismo enemigos que esperaban la oportunidad de hundir al Gran Copto. La sombra del rey de Francia se extendía a cualquier rincón en que se hospedase Cagliostro.

Última parada: Roma. Fue una estancia maldita. El 27 de diciembre de 1789 se detuvo a Cagliostro. El acontecimiento disputó los comentarios a la Revolución Francesa que acababa de nacer.

El proceso seguido contra el Conde se ramificó en múltiples acusaciones: sus contactos con la franmasoneria, herejías, delitos de derecho común, el temor a que fuese una punta de lanza en la organización de una revuelta a la "francesa"...