Escritos Apócrifos 16.3

Siguiendo con los modelos SLV1 y SLV2 añadiré más detalles de los mismos.

La existencia de una pantalla en ambos modelos es para que, en determinados casos, el detenido pueda reflexionar sobre el contenido de las imágenes y de los comentarios emitidos. En todos los casos, se querrá preservar al máximo la integridad física y psíquica del interrogado. Es por ello que, antes de pasar a una fase de castigo auto-inflingido, se procurará evitarlo de manera fehaciente.

Nadie puede dejar de ver lo evidente: la mentira implica castigo.

Con estos modelos se ganará en eficacia en la resolución de los casos y, asimismo, la ética presidirá cada actuación. Los policías ni siquiera serán conocedores del dolor aplicado al detenido, ni sabrán de sus reacciones al estar los modelos insonorizados de manera completa. En los modelos SLV1, los castigos nunca implicarán lesiones corporales, por lo que la ausencia de sangre será absoluta.

En más de un noventa y cinco por ciento de los casos, los malhechores declararán sus delitos en menos de veinte minutos. Para el restante cinco por ciento, podrán estudiarse otros protocolos: o más incidencia con el SLV1 -con lo que se presupone que finalmente se conseguirá el objetivo- o pasar directamente al modelo SLV2.