Escritos Apócrifos 15.9

De vez en cuando me apetece aportar alguna idea que sirva a la sociedad de la que me nutro en múltiples aspectos. Lo quiera o no, esto es así. Siempre procuro guardar una equidistancia con cualquier aspecto humano, no quiero que me contamine en ningún caso. Uno de los ejercicios que acostumbro a realizar es el de ponerme en la piel de los diferentes personajes que están en el disparadero. Banqueros, políticos y policías son parte esencial de este ejercicio y/o entretenimiento. No me agrada disculparles pero tampoco aprieto el botón de su culpabilidad. Es un acto de relativismo aplicado a los diferentes comportamientos humanos.

En próximas entradas pondré en conocimiento una idea que ha de servir para que las diferentes policías del mundo, no tengan que asumir trabajos tan ingratos como los que habitualmente se ven obligadas a ejecutar: violencia, malos tratos, torturas, crimenes, etc. Me refiero a las policías del mundo en general, sin concretar en ninguna en particular. Todos sabemos que hay policías mejores que otras, más humanas en algunos países o criminales en otros.