Escritos Espurios 41.5

En los primeros años con Guardiola, el FCB hizo de la posesión del balón un postulado. Pero no fue el único. La alta presión en campo contrario era un elemento desestabilizador trascendental. Robar el balón a los oponentes, en su campo, con la defensa mal colocada, hizo mucho daño a los equipos rivales. Era como forzar un contraataque en campo contrario, un atrevimiento ejecutado con una precisión extrema.

Con el paso de los años, ni el FCB está en condiciones de presionar como antaño, ni los rivales han perdido el tiempo. Con el detallado estudio de vídeos, partido a partido, copiándose unos a otros, cada vez los rivales son más capaces de maniatar el juego del FCB, así como de desactivar la presión de manera más efectiva.

Es en estas circunstancias que echo de menos una nueva versión del software azulgrana. Un FCB dominador del juego, con alta posesión del balón con circulación rápida del mismo, encierra a sus rivales. En estas circunstancias, habría que dar paso a un amplio elenco de jugadas estudiadas, más de las que ahora mismo se utilizan.

Asimismo, por las características de los jugadores, hay que procurar evitar las faltas laterales, los saques de esquina y perder el balón en zonas comprometidas. El juego tan específico del FCB requiere antídotos, la evitación de riesgos.

La supervivencia de este estilo radica en una mayor especialización. O esto, o desandar el camino, renunciando a algunas pautas del juego actual para compensarlo con más vigor y potencia. Pero esta segunda opción solo puede hacerse la próxima temporada.