Escritos Apócrifos 28.5

John Maynard Keynes hizo bandera por la intervención estatal directa en el sector público. Un modo de compensar las desigualdades y desequilibrios del sistema capitalista. Hacia el año 1930, aconsejó al gobierno norteamericano: tendrán que poner a los obreros a hacer agujeros para, después de haberlos hecho, otro grupo de trabajadores procederá a taparlos.

Gasto público con la idea de reactivar la economía: los obreros tienen trabajo, llevan su jornal a casa, consumen y ponen en marcha la rueda del crecimiento.

En esta tesitura, España podría matar dos pájaros de un tiro: poner a decenas de miles de parados a cavar en cunetas y cañadas y, como consecuencia, la economía tendría un repunte -tal vez insuficiente o poco duradero- y, de paso, la imagen tan deplorable de España podría ser parcialmente mejorada. Porque sí, este país ocupa el top ten en corrupción, paro, prostitución, tráfico de drogas, mafias internacionales, dopaje, piratería informática y fosas comunes.

Miles de personas podrían ser enterradas, sin tanta pompa como cuando muere un reyezuelo, pero con la dignidad requerida y el alivio de los familiares.

España hizo una transición parcialmente exitosa. De hecho, muchos de los problemas actuales devienen de un mal cierre. Cuando los criminales franquistas tienen que ser reclamados por la justicia argentina es que algo se ha hecho muy mal en España.