Escritos Espurios 41.4

Cuando se toca la excelencia y durante un largo período te mantienes en ella, llega un momento que este nivel no se puede sostener. Es lo que le pasa al F. C. Barcelona. Un poco antes de la marcha de Guardiola el sistema dio síntomas de agotamiento. Desde entonces, un suave descenso se hace latente, año tras año.

Al F. C. Barcelona no le gusta jugar con el campo embarrado, tampoco con la hierba alta, ni seca. Mejor que no llueva ni que sople el viento. El F. C. Barcelona no domina el juego aéreo, ni le van los partidos con idas y venidas, ni el juego brusco. También se le indigesta cuando un equipo se cierra sobre su portería sin dejar espacios.

Parece un contrasentido pero es justamente en esta coyuntura donde radica el éxito de su juego: en una determinada especialización al margen de cualquier contingencia.

Con la marcha de Yaya Touré, Eto'o, Keita y Abidal, el F. C. Barcelona ha ido perdiendo músculo de manera paulatina. Estos jugadores hacían más adaptable el estilo a las diferentes circunstancias del juego. Ahora, también por el deterioro físico de algunos jugadores, el juego del F. C. Barcelona solo permite una línea segura: una posesión de balón perfecta, rápida, que agote física y mentalmente al contrario, que los hipnotice. Fuera de este ámbito solo pueden concurrir situaciones descompensadas, producto de un juego dislocado a no ser que, en un futuro cercano, se vigorice algo más al equipo.

El juego actual del F. C. Barcelona es una marca reconocible, estética y efectiva para ganar la mayoría de los partidos. No hay que renunciar al estilo pero tampoco se lo puede amanerar y, mucho menos, no hacerlo evolucionar.

Tengo la percepción que con Tata Martino se han investigado líneas de actuación que, siendo muy válidas en otros contextos, no son las más adecuadas en este período puntual, a riesgo de tener algunos desastres.

Si el F. C. Barcelona juega agrupado, con amplia posesión de la pelota, con un juego sistematizado y variado, estará en disposición de competir en todos los frentes.