Escritos Espurios 41.2

Creo que Allan ha cerrado el tema del independentismo con Andrés por un largo tiempo. Ahí va la última entrega del largo correo de días pasados:

Voy a centrarme ahora en los peores vestigios. Muchas actuaciones de los Mossos d'Esquadra son inadmisibles. Es probable que el cuerpo policial sea, en general, correcto en sus funciones habituales pero, la existencia de hechos violentos y luctuosos de manera bastante frecuente, ha empañado para siempre la percepción de los ciudadanos con la policía autonómica. Lo peor con todo no son los hechos en sí, sino las declaraciones políticas que siguen a los hechos. Se deduce de las mismas una contemporización, una tolerancia a las acciones violentas, que resultan definitivas. Es en este punto donde el fascismo enseña la patita de manera más evidente. No hace falta que enumere los casos que son conocidos de modo amplio, siempre con los Mossos bajo sospecha. Lo que podría haber sido el distintivo ejemplar de una Catalunya moderna y civilizada, ha resultado un fracaso en toda regla.

¿Recuerdas el vídeo que te envié en junio de 2011? Vuelvo a enviártelo para que refresques la memoria. Sobran las palabras. Uno de los referentes morales de Catalunya y del independentismo catalán, Arcadi Oliveres, denunció en RAC1 lo que cualquiera puede ver mirando el vídeo. Felip Puig, en aquellos días Conseller d'Interior, exigió una rectificación inmediata de Arcadi Oliveres, bajo amenaza de llevarlo ante la justicia. Arcadi Oliveres es un hombre por el que tengo una amplia simpatía, especialmente por su manera de entender la vida y por como la vive, pero que al día siguiente acudiese de nuevo a RAC1 para desdecirse de lo dicho el día anterior, me produjo pena  e indignación. Pena por la persona que tuvo que tragarse un sapo tan grande como una rata, e indignación porque de ello se refuerza la idea de una Catalunya autoritaria en grado sumo, medio metro detrás de un fascismo declarado.

¿Quieres más? ¿Te parece razonable que por unos empujones y algo de pintura se mande a la gente ante la Audiencia nacional? En este caso no les tiembla el pulso para acogerse a las instancias españolas. No necesito más pruebas del fascismo que nos vendría encima. Una Catalunya cerrada en sí misma estaría completamente indefensa ante la autoridad caprichosa de una oligarquía insaciable. Ahora, por lo menos, la mutua vigilancia entre unos y otros, maniata en cierto modo sus peores instintos. El día que se cerraran las fronteras, habría barra libre.

Como diría Jesse Pinkman, personaje de la serie Breaking Bad: ¿Lo pillas?