Escritos Espurios 8.2

Allan anda enardecido con la toma de la calle por parte de los Indignados españoles:

Siento estar en casa, demasiado desconectado del fragor de la calle. Es algo difícil de revertir, aunque hago la promesa de dar mi apoyo a toda la gente que sale a la calle para decir basta. Lo que más cuesta es prender el primer fuego, esta llamita frágil que a veces provoca incendios pavorosos. A día de hoy, la llama ya ha prendido y el fuego se extiende poco a poco, con firmeza. Va a costar que este fuego se apague. Lo previsible es que avance sin parar. Si la policía siguiendo las consignas de los malnacidos políticos, pretende descabezar estas manifestaciones espontáneas, entonces será algo parecido a querer apagar el fuego echándole gasolina.
Que se anden con cuidado. Si no han hecho nada para evitar el saqueo de los fondos del pueblo, si permiten que el bandido del Palau siga paseándose, si no han metido en la cárcel a ningún banquero, que no vengan ahora con el desalojo de determinadas plazas tomadas por la gente con la finalidad de preservar el orden público. Sería demasiada desfachatez y además, pondría a la gente en otra dinámica, menos dialogante y más desesperada.

Los políticos solo han sido listos para robar, medrar y vivir a costa del pueblo, pero son unos auténticos idiotas a la hora de encajar las claves de lo que ocurre. Ahora expresan que estas manifestaciones son fruto de la manipulación. Insensatos mentirosos. Hijos de puta.